jueves, 9 de octubre de 2008

Barcelona - Oviedo, Domingo 21 de Septiembre de 2008

Aeropuerto de Barcelona (El prat) - Aeropuerto de Asturias (Castrillón - Asturias)

"El avión es solamente una maquina, pero qué invento tan maravilloso, qué magnífico instrumento de análisis: nos descubre la verdadera faz de la Tierra"

Antonie de Saint-Exupery (1900-1944)
Escritor Francés









Gracias a mi cansancio dormí un poco en el aeropuerto ya que hacía mucho frío. Saque la toalla de Snoopy que me dejo Noriko Terazawa antes de volver a Japón. A pesar que es una toalla vieja, la uso y va conmigo siempre, es mi favorita, y me hace sentir muy acompañada de mi amiga japonesa con la cual viví y compartimos una hermosa amistad en Chile casi un año.
Me acomode nuevamente y trate de dormir un poco más.

Ya cerca de las cinco de la mañana el frío era tan intenso que no pude seguir durmiendo a pesar del cansancio.

Caminé un poco y miraba mi reloj, como tratando de apresurar los minutos para poder dejar mi maleta y así subir al segundo piso, lejos de aquella puerta de entrada, del frío y de la cerámica blanca que adorna aquella planta.

Mientras esperaba en la cola para hacer el Check in, la pareja de jóvenes que estaba delante mío estaba muy enojada por que uno de los bolsos que llevaban se los querían cobrar más caro por llevar dentro material deportivo. Fue un jaleo, al final se enojaron y fueron a conversar a parte por la cuantiosa suma que les iba a salir, cerca de 50 euros.

Me dirigí hacia el segundo piso, pase por la maquina detectora de metales, y esperé el vuelo.
Lamentablemente no había manga para subir, el frío y el cansancio me estaba superando, paso un bus a recoger a los pasajeros y nos llevo al avión.

Al tomar mi asiento que nuevamente era ventana, me dormí profundamente, solo desperté al llegar al aeropuerto de Oviedo, donde si pase por una manga, recogí inmediatamente mi equipaje y al darme vuelta estaba Iván esperándome, observándome desde hace un rato y yo no me había dado cuenta. Tome mi maleta y nos abrazamos, al llegar a casa dormí todo el día sólo me levanté para cenar.

¡¡Al fin ha llegado mi descanso tan anhelado!!

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